Sudar la camiseta puede ayudarlo a lograr el control en más de una manera
Si los síntomas le producen sibilancias y opresión en el pecho, la actividad física podría ser lo último que tenga ganas de hacer. Sin embargo, esta es la realidad: el ejercicio regular puede ser beneficioso para cualquier persona con asma1,2, siempre y cuando lo haga a su propio ritmo y en consulta con el médico a cargo. Estos son cinco motivos para ponerse en contacto con un entrenador físico hoy mismo…

Pulmones sanos
Cuando se realiza actividad física, el corazón y los pulmones deben trabajar más para suministrar oxígeno extra a los músculos.3 Esto fortalece la totalidad del aparato respiratorio y el sistema cardiovascular, lo que aumenta la eficiencia del corazón y los pulmones.3 Cuanto más en forma esté usted, menos probabilidades tendrá de sentirse sin aliento durante el ejercicio.3

Mejor control de los síntomas
No solo notará los beneficios del ejercicio cardiovascular en el gimnasio. En un estudio, las personas con asma que hacían ejercicio en forma regular obtuvieron puntajes significativamente más altos en las pruebas de control del asma, que aquellas que no hacían ejercicio; además, tuvieron menos dificultad para respirar.1

Buena inmunidad
Las investigaciones demuestran que la actividad moderada y regular aumenta la capacidad del cuerpo para detectar y combatir infecciones virales.4 Dado que los síntomas del asma pueden aparecer o empeorar con infecciones virales como los resfríos y la gripe, esto puede ser beneficioso.5

Un cuerpo SANO
El ejercicio regular también ayuda a mantener un peso sano, lo cual es una buena noticia para quienes padecen de asma.5 Esto se debe a que existen evidencias de que la obesidad se asocia a inflamación y aumenta la gravedad del asma.6 Otro motivo más para sudar la camiseta.

Un estimulante natural
¿Podría ser este el mejor de los motivos para ejercitarse? El ejercicio reduce los niveles de hormonas de estrés7 y estimula la producción de endorfinas, unas sustancias químicas del cerebro que mejoran el estado de ánimo.7 ¿Verdad que todo suena bien?
¿Con qué frecuencia debo hacer ejercicio?
Si padece de asma, es buena idea buscar orientación médica antes de practicar cualquier deporte nuevo. El médico podrá platicar con usted sobre sus opciones de actividad física y de manejo para abordar la inflamación subyacente y controlar los síntomas del asma.8,9
Ya sea que realice caminatas regulares o que prefiera nadar en la piscina local, escuche a su cuerpo y comience despacio. Además, por las dudas, asegúrese de llevar siempre consigo el inhalador de rescate.5 Una vez que lo haga, todo lo que resta es comenzar y disfrutar del ejercicio.
¿Está bien controlada su asma?
Si le preocupa su asma, hable con su médico sobre el tratamiento diario. La prueba de control del asma (asthma control test, ACT) es una manera rápida de ver cómo los síntomas del asma afectan su vida cotidiana. Haga clic en el enlace a continuación para obtener los resultados en segundos y asegúrese de compartirlos con su médico.